En continua destruccion




Hace unos dias que mi disco duro se ha negado a vivir, o al menos como yo lo conocía. Como siempre las medidas de seguridad estaban previstas...para despues de la catástrofe. Sin grabadora de dvd mi disco de seguridad era ese asi que al fallar perdía casi todas las ilustraciones y fotos de los últimos 6 u 8 meses.
Lo interesante es el proceso mental (a todas luces engañoso) que atravesé a raiz del suceso: "al fin y al cabo lo importante eres tu mismo y no tu trabajo", "tienes que aprender a no apegarte a nada material, todo es transitorio y todo desaparece" "volverás a hacer cosas de igual calidad o incluso mejores que las que perdiste" "siempre quedan en internet las imágenes en baja resolución"....mentiras podridas. Nadie quiere perder medio año de trabajo así como así y lo peor es que entre la alta falibilidad de las máquinas y lo torpes que somos los humanos para protegernos, al cabo del año se deben de perder millones y millones de bytes que se van a la nada por el sumidero del "error irrecuperable". Yo mismo he pasado varias veces por este trance con mejor o peor suerte y a finales del pasado año un conocido foro de diseño gráfico perdió gran parte de su contenido (varios años de conocimientos pacientemente acumulados por sus muchos contribuyentes) por un error del servidor. Vivimos una época en la que todo es mutable, inseguro, frágil, desechable ¿tenemos que acostumbrarnos? Lo preocupante es que estamos en un proceso imparable de progresiva degeneración de los soportes, primero fueron los papeles ricos en cloro que convierten a la mayor parte de los libros publicados en los últimos 75 años en firmes candidatos a convertirse en polvo entre nuestros dedos, despues la caducidad de los sucesivos soportes, analógicos y digitales (intenta reproducir un CDr de mas de 5 años o a ver una cinta de video de mas de 15) ha ido aumentando en progresión geométrica, sé que hay soluciones: ir copiando sucesivamente los datos de un formato a otro, etc, pero para los que no tenemos alma de archivero se nos antoja una labor muy lejana. Prometo ser humilde, acostumbrarme a perderlo todo para volver a empezar, saber vivir en un proceso imparable de destrucción, no mostrar apego ante lo material, pero le pido a mi software de recuperación de datos que sea benévolo conmigo. Está en ello.

1 comentarios:

mrfoxtalbot dijo...

Como la vida misma. Easy come, easy go. Yo mismo no lo habría contado mejor.