Tarde em Itapoã



El Maestro Vinicius de Moraes armado de micrófono, mesa con tapete de leopardo y botella de whisky (como los clásicos) acompañado del Maestro Toquinho con su guitarra, nos traslada a la playa ideal, la de la infancia, la de los pasos perdidos en la melancolía que nos produce el mar y la arena a algunos (a los infectados con el dulce veneno de la saudade). La tarde eterna, el reloj parado y el ritmo primigenio de la respiración que se sincroniza con el del mar, si en ese momento puedes mirar a los ojos de la persona que te quiere, pedirle mas a la vida sería pecar de avaricia y ¿para que pecar de avaricia teniendo la lujuria tan a mano?
Si te conociera te pediría que vinieras conmigo a Itapoã, "E com olhar esquecido no encontro de céu e mar/Bem devagar ir sentindo a terra toda a rodar" Tu te lo pierdes! :)


Um velho calção de banho, um dia pra vadiar
Um mar que não tem tamanho e um arco-íris no ar
Depois na praça Caymmi sentir preguiça no corpo
E numa esteira de vime beber uma água de côco

É bom passar uma tarde em Itapoã
Ao sol que arde em Itapoã
Ouvindo o mar de Itapoã
Falar de amor em Itapoã

Enquanto o mar inaugura um verde novinho em folha
Argumentar com doçura com uma cachaça de rolha
E com olhar esquecido no encontro de céu e mar
Bem devagar ir sentindo a terra toda a rodar
...
Depois sentir o arrepio do vento que a noite traz
E o diz-que-diz-que macio que brota dos coqueirais
E nos espaços serenos, sem ontem nem amanhã
Dormir nos braços morenos da lua de Itapoã


(Si te has quedado con ganas de más hay una versión fantástica de Toquinho y Gilberto Gil)

1 comentarios:

mrfoxtalbot dijo...

Habré escuchado este disco mil veces, pero nunca me dio por buscarlo. Qué distinta la imagen en mi cabeza y esto. Por cierto que, y volviendo al post sobre la entropía de la información, cuánto video que ya no tira tienes en el blog, qué penica.