Canción de Alcyvando Luz y Carlos Coquejo, conocida en las versiones de Joao Gilberto o Stan Getz, es aquí interpretada por Ambitious Lovers, un curioso dúo compuesto por Arto Lindsay, reputado músico de origen brasileño madurado en la escena No-Wave de Nueva York (fue componente de DNA) con una peculiar técnica de guitarra algo ruidista pero siempre emocionante y un teclista suizo llamado Peter Scherer. Obviamente la canción, una especie de epílogo que cierra su disco "Lust" del año 1991, no es representativa del sonido del grupo, orientado claramente hacia caminos mucho mas complejos, sin embargo los clásicos son los clásicos y yo diría que finalmente es la pieza mas memorable.
A madrugada já rompeu
Você vai me abandonar
Eu sinto que o perdão
Você não mereceu
Eu quis a ilusão
Agora a dor sou eu
Pobre de quem não entendeu
Que a beleza de amar
É se dar
E só querendo pedir
Nunca soube o que é perder
Para encontrar
Eu sei que é preciso perdoar
Foi você quem me ensinou
Que um homem como eu
Que tem por quem chorar
Só sabe o que é sofrer
Se o pranto se acabar
La madrugada ya llegó,
me has abandonado
siento que no mereciste el perdón
Yo quise la ilusión
ahora yo soy el dolor
Pobre del que no entendió
que la belleza de amar
es darse
Y solo queriendo pedir
nunca supe lo que es perder
para encontrar
Yo sé que es necesario perdonar
Fuiste tu quien me enseñó
que un hombre como yo
que tiene por quien llorar
solo sabe lo que es sufrir
cuando termina el llanto
Cancion de la semana. E preciso perdoar-Ambitious Lovers
Publicado por Rafael Ricoy en 8:46 p. m.
Memory
Animación de 1964 del maestro Osamu Tezuka, inventor del manga y prolífico autor de mas de 170.000 páginas de comic a lo largo de 700 titulos que incluyen Astro boy, Phoenix o Adolf. Sorprende la modernidad del estilo, (se trata de una obra de 1964) y lo audaz del contenido.
Publicado por Rafael Ricoy en 8:38 p. m.
The Fountainhead.
Película de King Vidor de 1949. Un arquitecto, seguro de si mismo y de sus ideas, se enfrenta a un mundo que no está preparado para las novedades. Al ser rechazado prefiere un trabajo de picapedrero a prostituir su trabajo. Finalmente llega el golpe de suerte y construye el edificio soñado. Muy poco a poco logra alcanzar el éxito. Es entonces cuando un antiguo compañero le pide el favor de que le haga (sin firmar) un gran proyecto que no puede resolver por si mismo. Los clientes deciden realizar cambios que afectan radicalmente a la esencia del proyecto. Nuestro héroe no lo soporta y decide dinamitar la obra. Literalmente.
El resto tendreis que verlo vosotros mismos.
Esta radical defensa de la independencia de criterio y de la autoría llevada a sus últimas consecuencias es una pelicula sorprendente por varios motivos: conozco muy pocas peliculas cuyo tema central sea la arquitectura, el conflicto que cuenta parece muy contemporáneo para tratarse de una película de 1949, está rodada de una manera exquisita y tiene una fotografía excelente (a destacar el contrapicado de la escena de la ambulancia).
Desgraciadamente, algunas mentes perversas hay querido hacer una lectura demasiado política del mensaje de la película (y de la novela de Ayn Rand en la que está basada) y consideran que es una apología del liberalismo. A mi no me lo parece, puede que esté demasiado mediatizado por el hecho de que lo que cuenta la película, salvando las distancias, me ocurre a menudo, prefiero un trabajo cutre a trabajar en un estudio para otros, defiendo a capa y espada la integridad de mi obra, he sido plagiado y malpagado en muchas ocasiones... Pero no hablemos de mí que esto va a acabar pareciendo un blog:)
Resumiendo: altamente recomendable, Gary Cooper y Patricia Neal dirigidos por King Vidor ¿que mas se puede pedir? Hala! corriendo al videoclub o al dispensador de productos culturales a coste cero mas cercanos.
Publicado por Rafael Ricoy en 9:32 p. m.