Se ha realizado un estudio en el que se medía la actividad cerebral de cinco pianistas de jazz en el momento que estaban improvisando, resumiendo y simplificando mucho se llega a la conclusión de que durante la improvisación se desactivan las mismas áreas del cerebro que lo hacen durante la hipnosis y la meditación, es decir que la improvisación de jazz, al igual que otros tipos de actividad creativa tiene lugar en un estado mental alterado. Incluso un patrón similar de actividad disociada de las regiones prefrontales se da lugar durante la fase REM del sueño, un hallazgo llamativo teniendo en cuenta que el sueño se ejemplifica por atención dispersa, abundancia de asociaciones imprevistas e irracionales y una aparente perdida del control volitivo, características que ahora deben ser asociadas también a la actividad creativa durante la vigilia.
Al final en mi opinión y según mi modesta experiencia todo proceso creativo depende de una especie de desconexión del cerebro "normal" y de la puesta en marcha del otro, el que va "solo". Rauschenberg hablaba del whisky o la falta de sueño que inducen al estado que necesita para poder trabajar, curiosamente el collage, encontrar relaciones y equilibrios entre formas dadas, se parece mucho a la improvisación del jazz en el sentido de que se parte de algo ya existente para combinarlo de una manera original encontrando conexiones y combinaciones nuevas. En realidad ya están ahí, solo hay que verlas :) Las pocas veces que no he podido acceder a esa parte de mí "que hace las cosas" me he tenido que limitar a mirar mi trabajo anterior e intentar imitarlo penosamente, con resultados malisimos :))))) Es como intentar hacer fotos de manera ocasional mientras hablas con alguien o un dia que no estás "in the mood". Miras por el visor, ves algo que te gusta, disparas, pero es casi imposible hacer algo bueno porque no estas sintonizado con lo que estás haciendo. Supongo que eso lo explica muy bien la filosofía Zen, la armonía entre lo de dentro y lo de fuera, elegir el momento exacto de manera aparentemente inconsciente, hacer que tu ser desaparezca, dejar que las cosas pasen a través de uno. Es bonito pensar que en una cámara reflex nunca ves la foto que haces porque cuando aprietas el disparador y la luz llega al sensor el espejo se pliega y dejas de ver a través del objetivo, en cierto modo todos somos ciegos en el preciso momento que hacemos la foto.
Sobre la creatividad, el cerebro y el jazz
Publicado por Rafael Ricoy en 5:38 p. m.
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