Kevin Shields es el responsable, junto con su grupo My Bloody Valentine, de Loveless, el disco mas influyente de los 90 (junto con Nevermind de Nirvana). Arruinó a su compañia de discos, Creation, gastando un cuarto de millón de libras en su producción (que no os dé pena, Creation tropezaría poco despues con Oasis, que como podeis imaginar les cuadró el balance). A los seis meses de grabación lo tiró todo y empezó de nuevo, terminaría un año después. Obsesionado con reinventar el sonido de la guitarra inventó un montón de técnicas para grabar el disco, aparte de grabar capas y capas de sonido hasta conformar una especie de "magma" impresionante. Una de sus técnicas mas llamativas es frenar a mano la bobina de la cinta para variar y distorsionar el tono de un acorde (algo asi como el equivalente a mover la palanca del tremolo en una guitarra, pero a lo bestia :) Shields pertenece a esa extraña casta de músicos/productores perfeccionistas, empeñados en convertir el estudio en un instrumento y no sé por qué esto suele ir unido a una salud mental precaria: Lee "Scratch" Perry, Brian Wilson o Phil Spector son buenos ejemplos de ello. En cuanto a Shields acabó recluido en su casa llena de alambre de espino y jaulas con chinchillas, rompiendo con el grupo y todos sus amigos, desde Loveless apenas ha hecho nada, algunas producciones para Primal Scream y un puñado de temas para Lost in Translation que saben a muy poco. Ahora dice que está "recuperado" que está loco pero no enfermo mentalmente. Siempre nos quedará Loveless:
Galeria de malditos: Kevin Shields
Publicado por Rafael Ricoy en 12:25 p. m.
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